La temporada de huracanes se acerca y los sistemas de respaldo en centros de salud aún no se instalan en Puerto Rico
SAN JUAN, Puerto Rico — Con el inicio oficial de la temporada de huracanes a la vuelta de la esquina, hospitales y comunidades en toda la isla enfrentan un escenario de incertidumbre: la esperada inversión federal para instalar sistemas de resiliencia energética aún no se concreta.
A pesar de un anuncio preliminar en diciembre de 2024 que prometía hasta $365 millones para estos proyectos, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) no ha firmado los acuerdos definitivos, lo que amenaza con dejar desprotegidas a decenas de instalaciones médicas en un momento crítico.
La iniciativa forma parte del Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico (PR-ERF), creado tras el devastador paso del huracán María en 2017, y busca fortalecer la capacidad energética de sectores altamente vulnerables. En esta segunda fase del programa, cuatro propuestas fueron seleccionadas para implementar soluciones como baterías, microredes y sistemas de respaldo en centros de salud comunitarios y viviendas de interés social.
Entre los principales recipientes de los fondos se encuentran la Administración de Vivienda Pública de Puerto Rico, la Hispanic Federation y la empresa local Dynamic Solar Solutions. Sin embargo, el desembolso de los fondos sigue pendiente de la firma de los convenios cooperativos con el DOE. Cada día de retraso impide que las entidades comiencen las obras necesarias para proteger a comunidades enteras de los cortes de luz durante tormentas.
Según los datos del mismo Departamento de Energía, el impacto del proyecto sería significativo: se estima que unos 450 centros de salud serían equipados, beneficiando directamente a 45,000 personas. Además de asegurar servicios esenciales como diálisis, refrigeración de vacunas y atención de emergencias, se calcula que los sistemas evitarían más de 140,000 horas de interrupciones, generarían ahorros operacionales de sobre $132 millones y crearían más de 6,750 empleos en EE.UU. La inversión federal cubriría hasta un 90% del costo de cada sistema.
El reloj corre para las regiones más vulnerables
Los centros elegidos están ubicados en zonas rurales y de alto riesgo como el interior montañoso, el sur y el oeste de la isla –regiones que históricamente han sufrido algunos de los apagones más severos. La urgencia es palpable en las voces de expertos y líderes comunitarios.
“Cuando colapsa la red eléctrica, estas facilidades médicas se convierten en oasis de energía para sus comunidades. Por eso es crucial que este esfuerzo de resiliencia energética llegue a todos los rincones de Puerto Rico”, expresó Javier Rúa Jovet, director de Política Pública de la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento (SESA). “Con la temporada de huracanes tan cerca, urge que estos proyectos arranquen”.

Frances Berríos, presidenta del Colegio de Peritos Electricistas, subrayó el valor de estos sistemas: “Garantizarían que las próximas temporadas de huracanes sean unas con menos preocupaciones, en especial en el sector de la salud”, afirmó. “Mantener operativos los equipos que sostienen vidas es una prioridad indiscutible”.
Desde el sector de energía renovable, Carlos Velázquez, director del IREC en Puerto Rico, advirtió sobre los riesgos de inacción. “Estamos listos para comenzar. Ya tenemos personal capacitado y planes desarrollados, pero sin ese acuerdo final del DOE no podemos movernos”, insistió. “Con el DOE cubriendo el 90% del costo, estamos hablando de resiliencia prácticamente gratuita para los centros de salud”.
Una ventana de oportunidad que no puede cerrarse
El retraso en la firma de los convenios ha encendido alarmas en múltiples sectores. Voces desde hospitales, gremios de ingeniería y organizaciones sin fines de lucro coinciden en que la resiliencia energética es ahora una cuestión de salud pública.
“La resiliencia energética no puede esperar”, sentenció Velázquez. “La salud de nuestro pueblo depende de ello”.
La cuenta regresiva hacia el 1 de junio no se detiene. Mientras tanto, el futuro energético de cientos de centros de salud sigue en pausa.